Alimentando al gilt moderno – un enfoque práctico

Suzanne Hendrikx

Especialista en cerdos

15 abril 2024
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5 minutos

Cada granja porcina tiene dos grupos completamente diferentes de animales en su piara: cerdas multiparas y gilts. Con la genética moderna, la diferencia entre estos grupos es aún mayor. En ediciones anteriores de este boletín, nos enfocamos en un enfoque práctico hacia la cerda moderna gestante y lactante. Esta cerda es altamente capaz de movilizar reservas, convirtiéndola, de hecho, en una “batería” perfecta. Sin embargo, esta batería necesita tener gran capacidad y durabilidad. Pero, ¿cómo se crea una batería así? Todo comienza con el desarrollo de gilts.

Las lechonas son más pesadas, no más gordas

La genética moderna de las cerdas es completamente diferente a la de hace 10 años, especialmente en términos de deposición de proteínas y grasas. Como se muestra en la figura 1, la lechona moderna es más magra en comparación con las genéticas antiguas. Una lechona magra significa menores reservas corporales, lo que es parecido a una batería con menos de su capacidad completa. Por lo tanto, las lechonas deben crecer hasta alcanzar un peso corporal mínimo para tener una masa grasa mínima, lo que significa que serán más pesadas. Así que hoy en día, tenemos que ver a las lechonas desde una perspectiva diferente: las lechonas son más pesadas, no más gordas.


Pubertad: crecimiento extra significa alimentación extra

Las lechonas entran en la pubertad a los 90 días de edad. En esta fase, los órganos reproductivos comienzan a desarrollarse: glándulas mamarias (ver figura 2), útero y ovarios. Como resultado, las lechonas necesitan suficiente alimento para sostener este desarrollo. La alimentación restringida en esta fase, a menudo utilizada para evitar lechonas demasiado pesadas, resulta en órganos reproductivos subdesarrollados, como vulvas y glándulas mamarias más pequeñas. Las investigaciones muestran que el desarrollo de las glándulas mamarias durante la pubertad está fuertemente influenciado por la ingesta diaria de energía. Dependiendo de las dietas, los sistemas de alimentación y el alojamiento, recomendamos evitar la alimentación restringida en la medida de lo posible y evitar la variación en los pesos de sus lechonas. 


Continúa cargando la batería después de la primera inseminación

Obvio es que el momento de la primera inseminación es esencial para desarrollar una lechona con alta capacidad productiva y durabilidad. Debido a que las lechonas son más magras, tenemos que centrarnos más en el peso corporal mínimo. Nuestro principio es inseminar a cada lechona con el peso mínimo y en su segundo o tercer celo. En la práctica, esto significa que los pesos promedio en la primera inseminación deben ser de ±10 kg más altos de lo recomendado en los manuales genéticos (ver tabla 1). Al hacerlo, evitamos que algunas lechonas sean inseminadas por debajo del peso mínimo. Por ejemplo, si una granja insemina con un promedio de 160 kg, tenga en cuenta que un 5-10% está por debajo del peso objetivo. Los pesos objetivo deben considerarse como mínimos para todas las lechonas, y no como un promedio. Después de la inseminación, la lechona no está madura y aún necesita aumentar su peso corporal materno (excluyendo el contenido uterino) en su primer parto. Recuerde también que una lechona necesita engordar alrededor de 70 kg durante el período de gestación. Esto significa que tiene que continuar creciendo a más de 600 g por día en peso.


Capacidad óptima de la batería para minimizar el síndrome del segundo parto

 

No es raro que las cerdas primerizas tengan un balance energético negativo durante el período de lactancia. Sin embargo, la cerda de primer parto está mucho más al límite de tener un balance energético demasiado negativo. El período de lactancia demanda de forma extrema el metabolismo de las cerdas primerizas. Tienen una alta ganancia de camada, pero aún están creciendo y tienen una capacidad de ingesta de alimento inferior en comparación con las cerdas multíparas. Esto puede resultar en una pérdida de peso excesiva durante la lactancia. La pérdida de peso corporal materno no debe ser demasiado extrema, con un máximo de 10-12% para las cerdas de primer parto.

Una pérdida excesiva de peso puede resultar en un intervalo prolongado entre el destete y el celo, una reducción en el tamaño de la camada o en las tasas de parto en las cerdas de segundo parto: el síndrome del segundo parto. Hay dos opciones para prevenir el síndrome del segundo parto: 1) limitar la pérdida de peso en el período de lactancia, 2) comenzar con buenos pesos corporales (buena batería), no solo en la inseminación sino también en el parto.

Debido a que el nivel de producción durante el período de lactancia de las lechonas ya es tan alto,  se debe comenzar con una “batería más sólida que se pueda cargar” en la inseminación.


Acciones prácticas que debe tener en cuenta:

 

  • Tenga cuidado con la alimentación restringida en la fase de pubertad y utilice un programa de alimentación ajustado durante la gestación.
  • Invierta en una báscula y pese las lechonas en 3 momentos: 1) en la inseminación, 2) justo antes del parto, 3) en el destete.


Qué consideraciones nutricionales debe tener en cuenta:

 

Para obtener un desarrollo óptimo de la lechona y longevidad de la cerda, la gestión (de alimentos) y la composición del alimento van de la mano. A continuación se enumeran algunas consideraciones nutricionales:

  • Utilice un programa de alimentación multiphase para lechonas a partir de 25 kg.
    • Relación proteína-energía adaptada en los alimentos con enfoque en la deposición de grasa (diferente a los alimentos para cerdos para engorde).
    • Utilice diferentes fracciones de fibra para el descanso, la saciedad y la preparación para la fase de gestación.
    • Los niveles de macrominerales (calcio y fósforo) para la longevidad de la lechona son significativamente diferentes que para los cerdos para engorde.
  • Adecue los alimentos y el programa de alimentación a la genética.
  • La alimentación de la lechona, para crear una batería de alta capacidad y duradera, necesita ser apoyada. Alimentar a lechonas y cerdas con las fuentes y cantidades adecuadas de vitaminas y oligoelementos es muy importante para crear una batería de alta capacidad y duradera. Koudijs ha revisado estas recomendaciones para la lechona y la cerda modernas.

Las elecciones en la alimentación durante el desarrollo de la lechona determinan la capacidad y durabilidad de la futura cerda. Hemos comprobado en la práctica que nuestra forma de combinar su conocimiento y experiencia con los nuestros conduce a resultados muy predecibles y efectivos, y es altamente apreciada por nuestros clientes. Este artículo forma parte de la visión de cerdas de Koudijs. Para más información, por favor contáctenos.

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